domingo, 8 de abril de 2018

¡Tengo que decirte la verdad!

Había un campesino del sur de Los Estados Unidos visitando Nueva York, y andaba con un amigo de la ciudad, de momento cayó una moneda en el suelo y el amigo le dijo: "Uaoh! una moneda en el suelo, ¿no oíste eso?". El campesino le dijo: "No". Siguieron caminando y de repente se oía el ruido de un grillo (un insecto) en un árbol y el campesino le preguntó que si oyó "eso", el sonido de un grillo. El chico de la ciudad le dijo: "Aquí en la ciudad, un grillo, no" . Y fue cuando el campesino le dijo: "Todo depende a qué le estas prestando atención".

Hablando con muchas personas sobre decisiones difíciles de tomar, tratando de buscar soluciones, y viendo mi propia vida, me he dado cuenta que hay muchas cosas distorsionadas en nuestras mentes, cosas que creemos y no son como creemos, y muchas son sobre  el carácter de Dios, cómo es Dios.
Por eso no sabemos qué Dios quiere para nosotros.

Por eso, tengo que decirte la verdad, Dios no está confundido, como tú y yo, acerca de esa situación.
Y te preguntas, ¿cómo sé lo que Dios quiere? Bueno, Dios habla por muchos medios, el primero, su palabra, también circunstancias, Dios inquieta o da paz en el corazón respecto a algo, Dios cierra y abre puertas, Dios habla por consejos de amigos, por sueños y visiones, por profetas. A menudo oirás un "si", un "no", o un "aún no". Un "espera"  o un "actúa", un "calla", o un "habla".

La moraleja de todo esto es: ¿Le estás prestando atención a Dios o a los ruidos internos y externos de esta vida? Dependiendo de tu respuesta, podrás o no escuchar con claridad la moneda o el grillo, la voz de Dios.

2 comentarios: